PAJARITOS

El gordito estaba durmiendo la siesta, Marcelo en su casa, y yo, como siempre que se da una situación así, de calma y silencio, sin Perico, quería aprovechar: me preguntaba qué hacer, si ponerme a hacer deberes de valenciano, o echarle un vistazo a un par de temas de las oposiciones, o incluso retomar antropología y leerme algún capítulo de los tochos que tengo que meterme… así que me siento junto al balcón, estaba gris el día, pero de cuando en cuando un poquito de solete se asomaba y me daba en las patitas; se estaba agustito, y de pronto me dije, que cojones, no pienso hacer nada de eso, hoy me declaro en huelga, nada de hacer nada obligatorio, ni limpiar, ni hacer potitos, ni estudiar, ni na de na, por no hacer, no pienso ni leer… Así que me quedo mirando el cielo, abobá, y me doy cuenta de cuántos pájaros pasan por ahí en un día cualquiera. Ose, yo me había dado cuenta de que aquí hay siempre pájaros a la vista, pero nunca me había parado tanto rato a mirar…
Hacía mala mar, muchas olas, y se estaba poniendo un nubarrón impresionante de negro, no había botes en el agua ni gente por la calle, solo la gitana de en frente descolgando la ropa tendida, por si acaso, y parecía como si los pájaros hubieran dicho, que bien, no hay moros en la costa, vamos a aprovechar y nos tomamos la calle, o el cielo…

Y así me quedé como cuarenta minutos, escuchando y mirando las gaviotas, (me gusta sobre todo como planean, me parece flipante como se dejan llevar sin mover un músculo, así es como deberíamos movernos nosotros más a menudo, me daba envidia cómo se guían por el instinto y parecían tan ágiles y listos y nosotros tan tontos y torpes en realidad… - los reyes de la creación… já!), y estaba pensando en eso cuando se posa en la barandilla un gorrión gordote, (el patriarca de todos los gorriones un Demis Rusos con plumas, un pajarote king size), y ahí estaba, tan pancho, solo mirando, y entonces suena un piar por ahí, y el gorrión gordo pía también y entonces sale volando y se va con sus colegas. Y luego pasaron una bandada de palomas, y más gaviotas, y más gorriones, y unos cuantos pájaros que no estoy segura de lo que eran, a mi me parecieron golondrinas, pero parecía demasiado bonito para ser verdad, y no sé si hay golondrinas por aquí en esta temporada, pero lo cierto es que volaban hacia Benidorm, hacia el sur…
Me cayeron un par de lagrimones de pura felicidad, hacía tiempo que no me pasaba, y entonces se despertó pedrito y le cogí y vimos el cielo juntos durante un ratito, hasta que me pidió cosquillas y jugueteo y mimos de mamá.

Ha sido una buena semana, y he tenido una bonita mañana, y os lo cuento.



.- le dedico este post a David “piel oscura”, el chico de la mente psicodélica, que vino fumao de fábrica, pero con la cabeza sobre los hombros: chico, tú consigue inspirarme (escribe esos sueños…); y a Susana “la catalana”, celebro la conexión de estos días, gracias y buena suerte, compañera.