Sunday, August 10, 2008

Y SIN EMBARGO, ECHO DE MENOS (SERÁN LOS PETAS - II)

Echo de menos bajarme a las doce de la noche al parque y tirarme en el césped (si es verano) o en un banco (si hace frío) con un litrillo y unos cigarritos y dejar pasar las horas con los colegas, sin que nadie me espere, sin mirar el reloj, con la liviana sensación de que nadie depende de mí…


Con el culo congelado y la cabeza llena de pájaros, planeábamos montar una comuna en Asturias, y aunque nunca lo hicimos, me conformo pensando que algunos al menos logramos una escapatoria a la locura de prisas y tráfico de aquel Madrid abrumador, y asumimos un estilo de vida que si bien encajó en el sistema (la máquina es más fuerte que cualquier individuo armado de sueños…) al menos nos permitió eludir algunas de sus imposiciones… Frente al sueño americano, exportado al mundo entero por obra y gracia del pensamiento único, elegí una profesión sin caché ni prestigio ni posibilidad de enriquecimiento económico, y con ella elegí la clase trabajadora, los sueldos mileuristas y la ética de la austeridad, conservando el sueño de que con mi trabajo puedo aportar a lo colectivo, que con mi esfuerzo contribuyo al crecimiento general, aunque mi bolsillo nunca pase de tener un par de monedas pa tabaco y algún billetillo de veinte euros…

Echo de menos escucharles planear la próxima acción; una pegada de carteles contra el kapital, un concierto antifascista, un fanzine antiautoritario, una asamblea… Había enemigos claros y ganas de combatirlos, y aunque los malos ganaron la mayor parte de las batallas, los revolucionarios del parque también ganaron algunas: la cruzada Mili KK tuvo sus efectos, aunque sigamos teniendo que soportar el desfile de las fuerzas armadas cada año…

Con ellos aprendí, antes de que se hablase de globalización, multinacionales, y deslocalizaciones, quienes son los enemigos, dónde está el veneno que nos intoxica, y como desde una postura más moderada y realista podemos seguir oponiendo cierta resistencia, y desde nuestros rincones protegidos poner piedrecitas en el engranaje con cada pequeña decisión que tomamos (una sola tele vieja con los botones rotos, una tarjeta bancaria que procuro no dejar en números rojos, decir “no necesito un préstamo de seis mil euros, no necesito un colchón nuevo maravillosamente financiado, no necesito más que tres pares de sandalias para todo el verano, no necesito más peluquería que un corte al año…”, un cole público para mi hijo, muebles de segunda mano, ropa de rebajas, reciclaje, trabajo voluntario, militancia de andar por casa desde una mesa en un bar, o desde una ventanita en Internet…). Se acabó el tiempo de las cruzadas, ahora otros tomaron el relevo, y siguen haciendo el trabajo sucio, y todos los días, les doy las gracias.


Añoro las mochilas, las acampadas, el autostop, viajar nueve en una furgona y dormir en el suelo, los vinilos, las recopilaciones en casettes, pillar cien duros de chocolate, las okupas, los festivales, los chicos con pelo largo y barbas y las chicas con faldas vaporosas y blusas de flores, los conciertos de hardcore, las botas de militar, las camisetas de los sex pistols, los domingos en el rastro, los pisa mierdas, hacer pellas al instituto, los polvotes en la parte de atrás del coche, en la casa de campo, o en un banco de un parque…



Ay… la nostalgia.
La treintena, la maternidad, tienen sus satisfacciones, y algunos placeres también, pero últimamente, rara vez me siento tan contenta como cuando siento esa vidilla de los noventa cosquilleando desde dentro… Así que en fin, trabajo toda la semana, y de vez en cuando, me junto con algún colega, y escuchamos a los Doors hasta que amanece, como si aún tuviésemos veinticinco, o vamos a la playa con los Zeppelín en el coche, o llevamos al gordo de paseo cantando a los Cure…

Y dicho esto, me voy a fregar los cacharros. Dentro de un rato haré un puzzle con mi gordo, y luego saldremos de paseo, tal vez bajemos a la playa, con el cubo y la pala y la sombrilla, y luego iremos al parque, y hablaré con las mamás, y jugaremos con la tierra, y haremos trenes de dinosaurios y lo pasaremos muy bien.

Pero en un rinconcito muy adentro, hay quien espera su turno para salir y desbarrarse un rato, y en cuanto llegue el puente, saldrá pa fuera y se irá de bares, y escaneará la barra en busca de mozos greñudos, y si hay suerte pillará cacho, y después con mi hermanita, nos tomaremos una guinness (si mi hermanita no puede, que se tome una cerve Light de esas nuevas) y nos fumaremos esos petillas que estoy guardando como oro en paño…

Y así es la vida, y es un puntazo.

Saturday, August 09, 2008

SERÁN LOS PETAS

Será una suerte de crisis de los treinta (que ya voy enfilá pa los 40) que por eso estoy viviendo una amable vuelta a los veinte, desde la tranquilidad de los inicios de mi vida madura (que una no siempre lo asume, pero ya no soy una chavala) así que me permito mis pedos de cervecita y mis colocones de maría, espaciados pero intensos, y mis ligoteos y mi margen para la irresponsabilidad, que tan sana es cuando los días se van en pagar facturas y limpiar baños y preparar comidas y jugar con el niño….

La maría me ayuda a desconectar, hubo un tiempo (cuando tenía tiempo, cuando el tiempo era algo de lo que podía disponer) en el que meditaba y hacía yoga, y así ayudaba a mi mente a cesar en su parloteo agotador, pero ahora que con suerte tengo un par de espacios al mes para olvidarme de obligaciones y tareas pendientes, acelerar el proceso con un canuto es una buena solución. Fumada, los pensamientos van mas lentos, las palabras dejan de fluir, mi cuerpo y mi cabeza van despacio, mi cerebro se convierte en puré espeso y agradezco esa calma en el bombardeo de mensajes en mi mente. Gracias, María. Gracias, Mahou. Qué bueno es tener aliados…

Pienso a veces en mi falta de objetivos. Hacia donde camino? Qué es lo que quiero? Debería tener un plan? Me doy cuenta que tengo cero proyección, no aspiro a nada en lo profesional, acepto los trabajos que me salen, siempre que el horario sea compatible con mi gordo y el sueldo de para pagar las facturas; los sueños quedan relegados, no hay una trayectoria, no hay vocación. Con los hombres, alterno jóvenes con maduros y no espero gran cosa de ninguno, salvo un rato de calor en los viernes solitarios, y un poco de conversación, si el mozo da la talla (lo que no suele ocurrir…). Y eso es todo por ahora.



La mayor parte del tiempo, con lo que tengo, me basta: caminar al trabajo sobre un lecho de pétalos púrpura (las buganvillas y las adelfas se desnudan durante el verano) acompañada de las golondrinas y las gaviotas, parece suficiente. Levantarme por la mañana y decirle al gordo “cómete tu tostada, hijo” y que me conteste “Espera, estoy viendo el sol”, es suficiente. Que miremos el cielo juntos a las nueve de la mañana escuchando a Bob Dylan, y me cuente que las nubes “están haciendo azules” y que le gusta esa música (“esta música es más grande, mamá”) es impagable.


Serán los sábados de “desconexión”, serán el sol y las nubes, el olor a jazmines y a mar, serán los barquitos que veo desde la ventana, serán los tejados de tejas, serán las paredes blancas, el campanario, los balcones con geranios. Serán los petas, serán el sexo ocasional, será la tranquilidad del trabajo cumplido, será la independencia, o será mi gordo y su conversación y sus mimos. El caso es que soy feliz, o algo parecido.


A lo mejor, simplemente, estoy a gusto en mi pellejo….


http://es.youtube.com/watch?v=AHChc2I7FKk&feature=related

Monday, August 04, 2008

Tive, sim
Outro grande amor antes do teu
Tive, sim
O que ela sonhava eram os meus sonhos e assim
Íamos vivendo em paz
Nosso lar, em nosso lar sempre houve alegria
Eu vivia tão contente
Como contente ao teu lado estou
Tive, sim
Mas comparar com o teu amor seria o fim
Eu vou calar
Pois não pretendo amor te magoar

Tive Sim - Dona Ivone Lara

Ay lauri cómo han cambiao las tornas, tú te sentías y estabas más sola que la una y metida en un pozo de ancianidad prematura, en un matrimonio que últimamente se caía a pedazos y con frecuentes episodios de inseguridades varias sobre todo en lo laboral y ahí estás, has salío al mundo y trabajas, y te aprecian. Has salío al mundo y disfrutas , socializas y tienes , por fin además de vida sexual, un eco, una imagen reflejada de algo que si no es amor como el que tuviste, si es cercanía afecto, roce, placer; es conciencia de tí misma , como mujer. Me alegro mucho de que te encuentres ahí, y verás que las cosas buenas, también vienen en cadena. Ahora la abuela soy yo, escuchando y viviendo a través de tus historias, que me animan y dan esperanzas...

Friday, August 01, 2008