Recientemente he estado pensando acerca de la amistad, en conversaciones con amigos lejanos y en crisis, reecontrándome con amigos a los que hacía tiempo que no veía, manteniendo la amistad viva a través de la red, con amigos que estan en otros lugares y a los que no puedo ver, echando de menos, pero sobre todo, celebrando.


Amigos son los que están cerca (en el espacio), los que están lejos, con los que convives, a los que ves tres veces al año, los que te escuchan, los que "marcan ocupado", pero igual te quieren, los que te comprenden, los que no te comprenden pero lo intentan, los que ya no lo intentan pero igual te aceptan, los que te "regañan" para ayudarte, con los que discutes y después te reconcilias, los que apoyan, los que consuelan, los que inspiran, los que ayudan a crecer, con los que conversas durante horas, con los que no hace falta conversar y hasta el silencio es cómodo, los que hacen pensar, los que están ausentes largos períodos pero siempre presentes en el corazón, los que hace tiempo que no ves, pero que cuando de nuevo aparecen es como si nunca se hubieran ido....

Amigos son los que te quieren, los que tú quieres. Unos de siempre, otros recientes, a veces son amigos que heredas de otros amigos, o de tu familia, con todos se va construyendo la relación de a poco, con encuentros y desencuentros, descubriéndote y descubriendo al otro, sorprendiéndote a veces, por descubrir cosas nuevas de ellos, sorprendiéndote otras, al descubrir lo mucho que ya sabes de ellos y lo confortablemente previsible que a veces se vuelve el encuentro...
Amigos de una u otra clase, no hay dos iguales, ninguno puede llenarnos por completo, pero en ningún caso te dejan vacío, amigos son los amores que uno descubre en la vida, los que se eligen para compartir el camino, a veces te llegan sin darte ni cuenta, y de pronto son parte de tu vida. A veces hay amigos que ni siquiera saben que lo son, simplemente llegaron y ahí se quedaron, en el corazón.

Este fin de semana hemos recibido el regalo de acoger a amigos a los que hacia harto tiempo que no veía, (casi tres años) y me ha reconfortado un encuentro en el que parece que nunca pasó el tiempo, amigos con los que yo particularmente he convivido repoco, pero que han vivido una larga historia con Marcelo, y que de alguna forma ya forman parte de la mía, por contagio, por afecto, por la alegría de ser testigo del amor incondicional que viene de viejo y que se respira en cada broma, en cada anécdota, mil veces recordada...

Las amistades cambian, evolucionan, y así permanecen. A veces mutan con los años, otras se conservan como en formol, alimentándose de pasado. Los amigos son el pan y la sal de la vida. El azúcar del alma.

Al final es muy simple: amigos son esas personillas que te hacen feliz solo de saber que están por ahí, vivitos y coleando...